BRIDGEPORT.- Connecticut se unió a la conversación
nacional sobre la discriminación racial al publicarse la mayor base de datos
que se ha reunido en el Estado, acerca de la frecuencia con que los conductores
no blancos son detenidos por la policía.
Los datos brutos presentados por 106 agencias de
policía de Connecticut revelan disparidades en todo el Estado y en muchas
comunidades sobre la proporción de personas de raza negra e hispanos que son
abordados por la policía con frecuencia en las paradas de tráfico.
De acuerdo con el reporte, las personas de raza
negra representan el 8 por ciento de la población de Connecticut, pero
representaron el 14 por ciento en las paradas de tráfico (finales de 2013 y primeros
meses de 2014).
El estudio cita varios ejemplos locales. En Trumbull
menos del 3 por ciento de la población es negra, pero los conductores negros
representaron el 17 por ciento de las paradas de tráfico de octubre de 2013 a
mayo de 2014.
Los hispanos, que representan menos del 6 por ciento
de la población de Trumbull, representaron otro 17 por ciento de todas las
paradas de tráfico en el mismo período de 8 meses.
Los investigadores que publicaron el informe de 490
páginas hicieron hincapié en que las disparidades por sí solas no pueden ser
utilizadas para concluir que la policía en la mayoría de las ciudades enfatizan
las paradas de trafico solamente por el color de piel de los conductores.
La policía en otros departamentos del suroeste de
Connecticut que tienen disparidades similares como Darién, Norwalk y Fairfield
argumentó que las cifras por sí solas no identifican perfiles raciales.
En Darién, las personas de raza negra representan
0.24 por ciento de la población, pero constituyen el 11 por ciento de las
paradas de tráfico, según el informe.
Los hispanos, por su parte, son el 3 por ciento de
la población, pero representan el 15.5 por ciento de las paradas de tráfico, se
dio a conocer.
En Norwalk, las personas de raza negra representan
el 11 por ciento de la población, pero constituyen el 24.5 por ciento de las
paradas de tráfico.
En Fairfield, cerca de 1.5 por ciento de la
población es negra, pero el 12 por ciento de las paradas de tránsito son para
los conductores de raza negra, reveló el informe.
En Greenwich, el 10 por ciento de la población es
hispana, pero el 19 por ciento de las paradas de tránsito son para los
conductores hispanos, explicó el reporte.
En Wilton, menos del 2 por ciento de los residentes
son hispanos, pero los conductores hispanos representan el 12 por ciento de las
paradas de tráfico.
La conversación nacional sobre la discriminación
racial fue incentivada en agosto de 2013, cuando un oficial de una fuerza de
policía predominantemente blanca, disparó a un adolescente desarmado de raza
negra, en una comunidad predominantemente negra, al norte de San Luis,
Missouri, llamada Ferguson.
Pero la preocupación por la discriminación racial en
Connecticut data de 1998, cuando un senador estatal de raza negra de
Bridgeport, llamado Alvin Tenn, se perdió en Trumbull y fue detenido e
interrogado por un policía.
Tenn reveló en esa ocasión que cuando el oficial le
preguntó si sabía en qué ciudad se encontraba, el senador tuvo la sensación de
que había sido detenido sólo por ser negro.
Un año más tarde, se aprobó la Alvin W. Penn Racial Profiling Prohibition Act que requiere que 92
ciudades y departamentos de la policía de Connecticut presenten informes
periódicos sobre la naturaleza de todas las paradas de tráfico, incluyendo la
raza y el origen étnico del conductor. Pero sólo 24 departamentos han cumplido
con la ley.
Tras la detención en 2012 de cuatro agentes de la
policía de East Haven, acusados en una investigación federal de aterrorizar a
los hispanos, la Alvin W. Penn Racial Profiling
Prohibition Act fue fortalecida para obligar a todos los departamentos de
policía a reportar todas las paradas de tráfico si quieren mantener su
financiación estatal. También se exige a los funcionarios de la policía a
repartir tarjetas preimpresas que expliquen a los conductores cómo presentar
una queja de perfiles raciales ante la Commission
on Human Rights and Opportunities.
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