NEW HAVEN.- Tres meses después de que la joven María Praeli abucheara al presidente Barack Obama en Bridgeport exigiéndole acción en los temas de inmigración, la estudiante de la Universidad de Quinnipiac tuvo la oportunidad de hablar cara a cara con el mandatario en la Casa Blanca.
Praeli, de 17 años, y otros seis jóvenes que se han
beneficiado gracias a la Acción Diferida de Obama, pudieron hablar con el
primer ciudadano del país en la Oval
Office para contarle sus historias.
Praeli habló de su madre, Chela, y los sacrificios
que hizo para ella y su hermana mayor. Ellos vinieron de Perú cuando sus padres
buscaron atención médica para un familiar que necesitaba que le amputaran la pierna después de ser atropellado por un
coche.
En ese momento María Praeli tenía cinco años y creció en
New Milford.
La joven relató al Presidente que su madre no había visto a su familia en muchos años, no
pudo asistir al funeral de su abuela porque ella no habría sido capaz de volver
a los Estados Unidos. En cambio, se observó el servicio fúnebre en su iPad.
La estudiante declaró después de celebrada la audiencia
con el Presidente, que duró unos 20 minutos, que un asesor del mandatario le
dijo que a Obama se le llenaron de lágrimas los ojos después de escuchar su
historia.
Praeli expresó que le contó al presidente como la Acción
Diferida le dio la confianza para ya no tener miedo y seguir con su educación.
“El programa ha cambiado mi vida y la de muchos jóvenes
que vinieron a los Estados Unidos siendo niños”, expresó.
Praeli, quien estudia ciencias políticas, fue la primera
de los estudiantes indocumentados en graduarse del Gateway Community College en 2014.
La joven forma parte de las organizaciones United for a Dream y Connecticut Students
for a Dream (C4D), que abogan por
una reforma migratoria.
“Hay 6 millones de personas que no califican dentro de la
Acción Ejecutiva de Obama y no vamos a parar hasta que ellos tengan un poco de
alivio migratorio”, expresó Praeli.
Debido a que su hermana es ahora un residente permanente,
la madre de Praeli bajo la Acción Ejecutiva de Obama tendría derecho a un
permiso de trabajo y no sería deportada si las acciones no son detenidas por el
Congreso o son anuladas por los tribunales.
Praeli señaló que siempre ha tenido respeto por Obama,
pero no cree que la Acción Ejecutiva sea suficiente para ayudar a otros 5
millones de inmigrantes, por lo que es necesario continuar la lucha para
beneficiar a todos.
Cuando Obama visitó Connecticut, en noviembre
pasado, la joven fue escoltada del lugar por exclamaciones hacia el Presidente,
pidiéndole que actuara en asuntos de inmigración, antes de que el mandatario
diera a conocer la Acción Ejecutiva.
La Acción Diferida permite que unos
600 mil jóvenes indocumentados, traídos a los Estados
Unidos por sus padres cuando eran los niños, trabajen y
asistan a la escuela sin temor de la deportación.
Obama, después de las elecciones de noviembre,
anunció un programa para extender esta protección a unos 5 millones de
inmigrantes indocumentados, incluidos aquellos cuyos hijos son ciudadanos
estadounidenses o residentes permanentes.
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