NUEVA YORK.- Cuatro muertos y 68 heridos fue el saldo
que dejó el descarrilamiento de un tren de Metro-North,
en la línea de Hudson, el domingo pasado, causando caos y pánico entre los
pasajeros.
Las autoridades informaron que las personas que
fallecieron en el fatal incidente son:
Donna Smith, de 54 años, de Newburgh; James Lovell, de 58, de Cold
Spring; James Ferrari (59), de Montrose, y Ahn Kisook, (35), de Queens.
Según el informe, el accidente ocurrió a las 7:22 de
la mañana, cuando el tren se descarriló en una curva pronunciada, de baja
velocidad, y cayó a orillas del río Hudson.
El informe detalló que cinco de los siete vagones, se
salieron de las vías ferroviarias. El incidente fatal se originó a unos 300
metros de la estación de Spuyten Duyvil
de la línea Hudson de Metro North.
Uno de los vagones estuvo a punto de caer al agua, se dio a conocer.
Las investigaciones sobre el hecho continúan y aunque
no se han brindado más detalles sobre el percance, los oficiales revelaron que
no hubo ninguna falla mecánica en el fatal incidente.
Según se conoció, los investigadores sospechan que el
descarrilamiento se provocó por el exceso de velocidad, ya que el ferrocarril
viajaba a 82 millas por hora, al momento del percance.
De las 68 personas que resultaron heridas, 11 se
encuentran en estado crítico, se informó.
El tren había salido de la ciudad de Poughkeepsie,
con destino a la Gran Central Terminal,
según un portavoz de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA).
Al momento del accidente, viajaban más de 70 personas
en la unidad. La tripulación del tren fue sometida a las pruebas de alcohol,
las cuales dieron negativo, detalló el informe.
Earl Weener, de la National
Transportation Safety Board (NTSB), precisó que las
pruebas de drogas aún están pendientes.
“Nos fijamos en los datos de cada una de
las nueve paradas en el camino, y no vimos ninguna anomalía o degradación en el
rendimiento del sistema de frenado, ya que el viaje fue largo. A partir de
estos datos, no hay información que indique que el sistema de frenos no estaba
funcionando correctamente”, explicó Weener.
Según el funcionario, el tren viajaba a 82 millas por
hora, en una zona de 75 y no disminuyó la velocidad cuando transitaba por una
curva pronunciada.
El tren se había detenido previamente en la estación
de Tarrytown, y había estado viajando continuamente por cerca de 20 minutos,
indicó Weener, quien no quiso hacer comentarios sobre la posibilidad de que el
conductor del ferrocarril, William Rockefeller, de 46 años, estuviese dormido o
distraído a la hora del percance, pese a que varias investigaciones revelaron
la posibilidad de que el accidente fue provocado por un error humano.
Una mujer que viajaba en el tren presentó la primera
querella contra la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), por
negligencia, exceso de velocidad, y deficiente mantenimiento y supervisión de
la unidad.
El servicio ferroviario en la línea de Hudson se
restableció el miércoles pasado, se informó.
El gobernador Andrew Cuomo, después de la tragedia
ferroviaria, ordenó que se adopten nuevas medidas de precaución para proteger a
los pasajeros, incluida la de obligar a todos los empleados de la MTA a
participar en charlas sobre seguridad, finalizó el informe.
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