STAMFORD.- Cuando Irma supo que tenía la enfermedad
de Lyme,
habían pasado tres meses desde que la adquirió, estaba muy mal, sentía dolores
en todo el cuerpo, dolor de cabeza constante, fatiga y fiebre.
Irma lo confundió con la gripa y las veces que fue al
médico no le diagnosticaron nada y le mandaban a comprar medicina para la
gripa.
Una conocida le dijo que un familiar tuvo los mismos
síntomas y tras hacerle la prueba de Lyme salió
positivo.
Irma se encontraba en su país, y al regresar a los
Estados Unidos fue al doctor y solicitó la prueba de Lyme, que resultó
positiva. Comenzó su tratamiento, pudo curarse pero le siguen doliendo las
articulaciones.
La enfermedad de Lyme es producida
por una bacteria transmitida por la garrapata del ciervo (Ixodes scapularis),
que puede causar síntomas que afectan la piel, el sistema nervioso, el corazón
o las articulaciones de la persona.
Afecta a las personas de cualquier edad, y aquellas que
están expuestas al aire libre en los bosques o césped tienen mayor riesgo,
explicaron los expertos.
Los datos indican que el Lyme se contagia
por las garrapatas de ciervo infectadas, y al picar a una persona le transmite
la enfermedad.
En la mayoría de los casos la garrapata debe permanecer
prendida durante 36 horas o más tiempo para que la bacteria se transmita. La
enfermedad de Lyme
no se transmite de persona a persona.
Carmen no sintió la picadura, solo comenzó a sentir
dolor de cuerpo desde los pies hasta el cuello, dolores de cabeza, y tuvo un
poco de salpullido.
El dolor le duró un mes, y tomaba pastillas para el dolor
de cabeza y se ponía fomentos de agua caliente en la rodilla y brazos, pero
después de 40 días fue con su doctora y le pidió que le hiciera la prueba de Lyme. También
pidió pruebas de fibromialgia o artritis.
Después de dos días de hacerse los exámenes de sangre los
resultados revelaron que había adquirido la enfermedad de Lyme y comenzó su
tratamiento por 21 días, sin embargo, la enfermedad siguió y tuvo que comenzar
a tomar por 30 días más antibióticos.
La especialista que la atendió consideró que es
importante estar pendiente de cualquier dolor de cuerpo que tenga la persona,
pues los síntomas de Lyme pueden
confundirse con la gripa, y muchas veces la persona no siente la picadura.
Aconsejó a todas las personas que sientan dolor de cuerpo
por más de dos semanas, que vayan de inmediato al médico y pidan la prueba de Lyme para evitar
consecuencias graves, pues si se atiende a tiempo la persona se cura.
“La enfermedad de Lyme no dura para
siempre, la persona puede curarse, pero tiene que detectarse a tiempo y seguir
el tratamiento que consiste en una primera dosis de 21 días de antibióticos, y
si no se cura, una segunda dosis. Si el mal persiste son necesarias las
inyecciones. Si se diagnostica desde el principio, el paciente puede curarse”,
explicó la especialista.
“Generalmente, la etapa inicial de la enfermedad de Lyme se
caracteriza por los siguientes síntomas: escalofríos y fiebre, dolor de cabeza,
fatiga, tortícolis, dolor muscular y en las articulaciones e hinchazón de los
nódulos linfáticos. Si la enfermedad no se reconoce o se trata durante la etapa
inicial, pueden aparecer síntomas más graves.
A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer otros
síntomas como fatiga intensa, tortícolis con dolor, hormigueo o adormecimiento
de brazos y piernas, o parálisis facial. Los síntomas más graves pueden
presentarse a las semanas, a los meses o años de la picadura de la garrapata.
Estos síntomas pueden ser dolor de cabeza intenso, artritis con dolor,
hinchazón de las articulaciones, cardiopatías y afecciones del sistema nervioso
central.
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