La máxima autoridad del Estado busca prohibir un programa que el grupo lanzó para la protección contra los honorarios legales que podrían surgir de disparar un arma para defenderse
NUEVA YORK.- Cuando la Asociación Nacional del Rifle (NRA) lanzó su programa de seguro Carry Guard al estado de Nueva York en abril del año pasado, lo comercializó como la solución a una preocupación apremiante entre sus seguidores leales, una protección contra los honorarios legales que podrían surgir de disparar un arma para defenderse.
Esa solución ahora se ha convertido en un nuevo problema y aumentó el enfrentamiento de larga data entre el gobernador Andrew Cuomo y la Asociación Nacional del Rifle, ya que la máxima autoridad del Estado busca prohibir a Carry Guard no solo en Nueva York sino en todo el país.
El poderoso grupo de derechos de las armas, a su vez, demandó al estado de Nueva York, presentando la batalla en términos de vida o muerte y argumentando que si el gobernador Cuomo mantiene su lucha para la prohibición del programa, la NRA le declarara la guerra.
Cuomo ha organizando una campaña nacional para alentar a otros gobernadores a seguir su ejemplo al prohibir el Carry Guard.
El funcionario ha lanzado anuncios de campaña buscando bloquear el programa e incluso envió una carta al presidente Donald Trump el martes pasado, pidiéndole que le dijera a la NRA descontinuar el programa.
El funcionario también tildó a la Asociación Nacional del Rifle de "hipócrita" y "frívola".
El gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, acusó de "hipócrita" y "frívola" a la Asociación Nacional del Rifle, ya que su parecer “se gastará un millón de dólares” para confirmar a Brett Kavanaugh en la Corte Suprema cuando al mismo tiempo promociona seguros para que la gente "rompa la ley".
Kavanaugh es un juez que se ha pronunciado a favor de las armas y el antiaborto.
Cuomo ha tenido un compromiso ideológico de larga data con el control de las armas. En 2000, como secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, negoció un acuerdo con Smith & Wesson, entonces el mayor fabricante de armas del país, para presentar una serie de nuevas características de seguridad. Otros fabricantes de armas estaban listos para seguir su ejemplo, hasta que la NRA torpedeó el trato, manifestaron los defensores de Cuomo.
En 2013, el Gobernador luchó con éxito por la aprobación del Safe Act, convirtiendo a Nueva York en el primer Estado en promulgar regulaciones de armas más estrictas después de la masacre de Sandy Hook, en Connecticut, en 2012.
Pero también es innegable que en un año en el que se enfrenta a un desafío en su intento de reelección y para evitar una base demócrata cada vez más exigente, ha reconocido, por lejos, por primera vez, los posibles beneficios, de participar en su guerra contra la NRA.
Tampoco ha ocultado su creencia de que sus acciones en el control de las armas han convertido al Estado en un modelo para la nación, un argumento útil para un político que ha merecido una mención como posible candidato presidencial para el 2020.
La disputa actual se remonta al otoño pasado, cuando el Departamento de Servicios Financieros comenzó a investigar si varias compañías de seguros que habían ofrecido o asegurado a Carry Guard estaban violando la ley estatal al ofrecer cobertura por actos de “maldad intencional”.
El Departamento multó a un transportista, Lockton Companies, con 7 millones de dólares, desde que comenzó la investigación y al menos tres compañías han dicho que no renovarían los contratos con la NRA.
En abril, Cuomo emitió un comunicado en el que instaba a las empresas a considerar el "riesgo reputacional" de trabajar con la NRA., citando la investigación de Carry Guard como ejemplo.
NUEVA YORK.- Cuando la Asociación Nacional del Rifle (NRA) lanzó su programa de seguro Carry Guard al estado de Nueva York en abril del año pasado, lo comercializó como la solución a una preocupación apremiante entre sus seguidores leales, una protección contra los honorarios legales que podrían surgir de disparar un arma para defenderse.
Esa solución ahora se ha convertido en un nuevo problema y aumentó el enfrentamiento de larga data entre el gobernador Andrew Cuomo y la Asociación Nacional del Rifle, ya que la máxima autoridad del Estado busca prohibir a Carry Guard no solo en Nueva York sino en todo el país.
El poderoso grupo de derechos de las armas, a su vez, demandó al estado de Nueva York, presentando la batalla en términos de vida o muerte y argumentando que si el gobernador Cuomo mantiene su lucha para la prohibición del programa, la NRA le declarara la guerra.
Cuomo ha organizando una campaña nacional para alentar a otros gobernadores a seguir su ejemplo al prohibir el Carry Guard.
El funcionario ha lanzado anuncios de campaña buscando bloquear el programa e incluso envió una carta al presidente Donald Trump el martes pasado, pidiéndole que le dijera a la NRA descontinuar el programa.
El funcionario también tildó a la Asociación Nacional del Rifle de "hipócrita" y "frívola".
El gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, acusó de "hipócrita" y "frívola" a la Asociación Nacional del Rifle, ya que su parecer “se gastará un millón de dólares” para confirmar a Brett Kavanaugh en la Corte Suprema cuando al mismo tiempo promociona seguros para que la gente "rompa la ley".
Kavanaugh es un juez que se ha pronunciado a favor de las armas y el antiaborto.
Cuomo ha tenido un compromiso ideológico de larga data con el control de las armas. En 2000, como secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, negoció un acuerdo con Smith & Wesson, entonces el mayor fabricante de armas del país, para presentar una serie de nuevas características de seguridad. Otros fabricantes de armas estaban listos para seguir su ejemplo, hasta que la NRA torpedeó el trato, manifestaron los defensores de Cuomo.
En 2013, el Gobernador luchó con éxito por la aprobación del Safe Act, convirtiendo a Nueva York en el primer Estado en promulgar regulaciones de armas más estrictas después de la masacre de Sandy Hook, en Connecticut, en 2012.
Pero también es innegable que en un año en el que se enfrenta a un desafío en su intento de reelección y para evitar una base demócrata cada vez más exigente, ha reconocido, por lejos, por primera vez, los posibles beneficios, de participar en su guerra contra la NRA.
Tampoco ha ocultado su creencia de que sus acciones en el control de las armas han convertido al Estado en un modelo para la nación, un argumento útil para un político que ha merecido una mención como posible candidato presidencial para el 2020.
La disputa actual se remonta al otoño pasado, cuando el Departamento de Servicios Financieros comenzó a investigar si varias compañías de seguros que habían ofrecido o asegurado a Carry Guard estaban violando la ley estatal al ofrecer cobertura por actos de “maldad intencional”.
El Departamento multó a un transportista, Lockton Companies, con 7 millones de dólares, desde que comenzó la investigación y al menos tres compañías han dicho que no renovarían los contratos con la NRA.
En abril, Cuomo emitió un comunicado en el que instaba a las empresas a considerar el "riesgo reputacional" de trabajar con la NRA., citando la investigación de Carry Guard como ejemplo.
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